09 novembre 2005

Trapío (IV)


Les définitions du mot "trapío" fleurissent dans les ouvrages taurins et le mot est employé, encore, par nombre de chroniqueurs. C'est bien qu'il a un sens. Evidemment, à certains le "importan tres cojones" mais force est de constater que pour définir ou qualifier l'harmonie d'un toro, sa prestance et son sérieux, c'est le mot de trapío qui est le plus usité. Vocable "subjectif" certainement, ambigu parfois, le trapío reste, il me semble, l'apanage des aficionados et c'est peut-être ce qui gêne le plus une frange de ce mundillo affairiste qui voudrait faire passer au grand public des vessies pour des lanternes.
Cela ne date pas d'hier, comme souvent en tauromachie, et sans remonter à cet "âge d'or" de la competencia entre Joselito et Juan Belmonte, il suffit de regarder 10-15 ans en arrière pour constater le fait. Parole prophétique ou constat amer d'avant-garde, Joaquin Vidal a métaphoriquement défini sa vision de ce qu'était le trapío dans une reseña de novillada en 1992. Quand vous irez, je vous le souhaite, un jour, vers ses "Mares del sur", peut-être aurez-vous alors une pensée pour ce nain fonctionnaire qui épatait la galerie dans un mystérieux "colmao" madrilène.

TORITOS DE CASTA BRAVA
Plaza de Valencia - 22 de marzo de 1992 - Sánchez-Arjona hermanos / Manolo Sánchez, Paco Senda, Angel de la Rosa.
Saltaban a la arena los novillos de Sánchez-Arjona y algunos eran diminutos, mientras otros no levantaban cuatro palmas del suelo, vamos, al decir. Fera sacaron casta brava y, ade- mas, teman trapío. jHola! Toros diminutos y cuatro-palmos con trapío? De qué forma debe entenderse semejante contradiccion?
Los taurinos dicen no entender... Los taurinos, les hablas del trapío de los toros, y responden que, ése es el cuento del viejo mayoral. Los taurinos, del trapío de los toros, lo único que saben es que no existe. Los aficionados, sin embargo, poseen un criterio claro acerca de la controvertida cuestion. Es el caso de la Maestranza y de Las Ventas, cuyas respectivas aficiones, en la asignatura del trapío, son catedráticas.
El trapío es aquello que se ve y no se puede explicar. El trapío es como una aurora boreal en los Mares del Sur. Los aficionados, por ejemplo, cada vez que van a los Mares del Sur, a lo mejor no pueden describir lo que están viendo, pero lo reconocen de inmediato, y entonces señalan con el dedo el horizonte, afirmando: « jEso es una aurora boreal, senores! ».
Con el trapío ocurre otro tanto. El ano pasado, par San Isidro, sacaron unos toros que pesaban arriba de los 600 kilos, y la gente esperaba expectante su aparición. Una vez en el redon- del, sin embargo, se sentía decepcionada. Y ya se levantaban los aficionados señalando con el dedo el producto cárnico, para denunciar solemnemente: « ¡Eso no tiene trapío, señores! ».
La única definicion correcta de trapío se la reveló cierto aficionado veterano a sus amigos íntimos, un atardecer que se reunieron a conspirar taurinadas en el rincón penumbroso de un colmao madrileño. Lo que habla se refería a don Mariano Cañetillo, alto funcionario de la Administración del Estado, que era enanito. « Vosotros habéis visto », decía el aficionado, « cuando don Mariano juega al póquer, y abre las cartas en la mana y, de repente, mira al jugador de enfrente por encima del abanico de naipes? ¡Pues eso es el trapío! »

Joaquin Vidal

Cette chronique, c'est peut-être cela aussi le trapío !